El Caso Anna Allen nos tiene todavía boquiabiertos. ¿Es posible inventarse una vida gracias al PhotoShop?
Bueno, la historia de esta actriz española, que fingió ser parte de los elencos de The Big Bang Theory, White Collar y desfilar por la alfombra roja de los Oscar, asistida por el mágico programa de edición digital de fotos, prueba que sí, es posible. Pero también, que la mentira tiene patas cortas.
Una vez que salieron a la luz sus falsos éxitos en Hollywood, la prensa comenzó a investigar minuciosamente su currículum, para descubrir otros hitos y desentrañar cuáles fueron verdaderos y cuáles falsos. La sorpresa fue encontrar que en el pasado fue tapa de Playboy. Tenía por entonces 21 años y se hacía llamar Anuska. Fue en 1999 y se iniciaba en el mundo del espectáculo. El fotógrafo encargado de esa producción, Jordi Sarrá, contó a la prensa española que "era una chica muy tranquila que tenía muy claro que quería promocionarse y hasta dónde quería llegar". En la entrevista que le realizó la revista ella aseguraba, paradójicamente: "Odio las mentiras y la hipocresía, además de la gente fría y sin corazón".
Para quienes compararon a Vicky Xipolitakis con Anna Allen por haber mentido que estaba haciendo una producción para Playboy Estados Unidos, bueno, he aquí una diferencia: la falsa hollywoodense actriz sí estuvo en Playboy.
Las mentiritas de Anna Allen le trajeron más de un dolor de cabeza: no sólo tuvo que recluirse en el ostracismo, convertida en una celebridad del ridículo, eje de bromas por doquier, millones de memes y burlas en las redes sociales. La diseñadora Vicky Martín Berrocal le exigió que le pagara el vestido que hizo a medida para su supuesta presentación en los Oscar, que le costó alrededor de 3000 euros.
Sin embargo, dicen que hay un reality show que le habría hecho una propuesta sustanciosa para ser la protagonista de un ciclo... Como dice el dicho, una de cal y una de arena. ¿Aceptará?
Fuente: La Nación
