Una agencia de viajes ofrece un servicio completo de dos días para aquellas que quieran cumplir el sueño de verse en el altar, aún cuando no tienen pareja. Los detalles de la aventura que es furor en tierras niponas.
Celebrar un casamiento sin el novio parece en principio una escena sacada de algún sketch de comedia, pero en realidad se trata de un original paquete turístico ofrecido en Japón por una agencia de viajes a aquellas mujeres que alguna vez soñaron con casarse y no lo lograron. La propuesta causó furor en el país asiático y cada vez encuentra más y nuevos adeptos.
La idea se puso en marcha en 2014 por la agencia Cerca Travel, ubicada en Kioto, al sur del país del sol. "Fue una suerte de respuesta a una demanda manifestada por una colega, que soñaba con tener su propio álbum de fotos vestida de novia sin haber pasado por el altar. En apenas los primeros seis meses, más de 130 mujeres optaron por una boda a solas", expresó la presidente de la compañía, Yukiki Inoue.
La iniciativa responde al nombre de "solo wedding" (casamiento en soledad) y ofrece varios paquetes diferentes. Aquellas interesadas pueden elegir entre celebrar una boda tradicional japonesa o apelar a las características clásicas de los casamientos "occidentales": un vestido blanco con cola larga y un ramo de flores entre las manos.
La experiencia se divide en dos días. Durante el primero, la futura novia será acompañada por un personal shopper para elegir el vestido, las flores y las decoraciones de la fiesta. En el segundo se realiza la sesión de peluquería y maquillaje junto a un estilista profesional. Luego, se acude al emblemático Jardín de Shugakuin Kirara Sanso para realizar la sesión de fotos y la jornada finaliza con el casamiento, la fiesta y la noche de bodas en un hotel de lujo. Las mujeres que decidan dar el paso adelante pagan hasta 2.500 dólares.
La experiencia puede culminar con una “noche de bodas” en un hotel de lujo
Para la psicóloga Beatriz Goldberg, el fenómeno indaga sobre la autoestima: "El casamiento es un fenómeno de individualismo al máximo. Sólo se vive de apariencias. De hecho, mucha gente compra premios y títulos y no le interesa si se los felicita por logros reales o no. En este caso sucede eso. Uno aplaude y elogia algo irreal; el novio es un muñeco de torta".
"Si bien muchas mujeres se casan por amor, otras lo hacen para el afuera, ya que les gusta vivir su máximo nivel de narcisismo en una sola noche. Otras prefieren la boda con alguien, aunque les dure poco, solo porque quieren ser la reina de la noche, al menos por una vez", agregó la psicóloga a Infobae.
Inoue afirmó que la propuesta "intenta ayudar a que las mujeres se sientan mejor consigo mismas. A lo largo de todo el país, cada vez hay más gente viviendo sola y es bueno que puedan luchar contra su soledad con alternativas como esta".
La abundancia de solteros es un síntoma más de la crisis demográfica que atraviesa Japón desde hace una década. La caída de los índices de matrimonios convencionales y el freno abrupto de la llegada de inmigrantes, a causa de los exigentes controles de fronteras, provocaron un detrimento grave en las tasas de natalidad.
Según datos gubernamentales, se estima que para 2060, el país asiático perderá a un tercio de su población.
Fuente: Infobae
Celebrar un casamiento sin el novio parece en principio una escena sacada de algún sketch de comedia, pero en realidad se trata de un original paquete turístico ofrecido en Japón por una agencia de viajes a aquellas mujeres que alguna vez soñaron con casarse y no lo lograron. La propuesta causó furor en el país asiático y cada vez encuentra más y nuevos adeptos.
La idea se puso en marcha en 2014 por la agencia Cerca Travel, ubicada en Kioto, al sur del país del sol. "Fue una suerte de respuesta a una demanda manifestada por una colega, que soñaba con tener su propio álbum de fotos vestida de novia sin haber pasado por el altar. En apenas los primeros seis meses, más de 130 mujeres optaron por una boda a solas", expresó la presidente de la compañía, Yukiki Inoue.
La iniciativa responde al nombre de "solo wedding" (casamiento en soledad) y ofrece varios paquetes diferentes. Aquellas interesadas pueden elegir entre celebrar una boda tradicional japonesa o apelar a las características clásicas de los casamientos "occidentales": un vestido blanco con cola larga y un ramo de flores entre las manos.
La experiencia se divide en dos días. Durante el primero, la futura novia será acompañada por un personal shopper para elegir el vestido, las flores y las decoraciones de la fiesta. En el segundo se realiza la sesión de peluquería y maquillaje junto a un estilista profesional. Luego, se acude al emblemático Jardín de Shugakuin Kirara Sanso para realizar la sesión de fotos y la jornada finaliza con el casamiento, la fiesta y la noche de bodas en un hotel de lujo. Las mujeres que decidan dar el paso adelante pagan hasta 2.500 dólares.
La experiencia puede culminar con una “noche de bodas” en un hotel de lujo
Para la psicóloga Beatriz Goldberg, el fenómeno indaga sobre la autoestima: "El casamiento es un fenómeno de individualismo al máximo. Sólo se vive de apariencias. De hecho, mucha gente compra premios y títulos y no le interesa si se los felicita por logros reales o no. En este caso sucede eso. Uno aplaude y elogia algo irreal; el novio es un muñeco de torta".
"Si bien muchas mujeres se casan por amor, otras lo hacen para el afuera, ya que les gusta vivir su máximo nivel de narcisismo en una sola noche. Otras prefieren la boda con alguien, aunque les dure poco, solo porque quieren ser la reina de la noche, al menos por una vez", agregó la psicóloga a Infobae.
Inoue afirmó que la propuesta "intenta ayudar a que las mujeres se sientan mejor consigo mismas. A lo largo de todo el país, cada vez hay más gente viviendo sola y es bueno que puedan luchar contra su soledad con alternativas como esta".
La abundancia de solteros es un síntoma más de la crisis demográfica que atraviesa Japón desde hace una década. La caída de los índices de matrimonios convencionales y el freno abrupto de la llegada de inmigrantes, a causa de los exigentes controles de fronteras, provocaron un detrimento grave en las tasas de natalidad.
Según datos gubernamentales, se estima que para 2060, el país asiático perderá a un tercio de su población.
Fuente: Infobae