Los científicos han descubierto que el parásito de la malaria Plasmodium vivax está evolucionando rápidamente para adaptarse a las diferentes condiciones de las ubicaciones geográficas en las que se instala, en particular, para defenderse de los fármacos antipalúdicos utilizados en ellas. El estudio publicado recientemente en la revista Nature Genetics, también proporciona una base para la vigilancia genómica que orientará las estrategias para controlar y eliminar la malaria.Este parásito causa 15,8 millones de casos clínicos de malaria al año. Aunque sigue siendo uno de los tipos menos letales, es difícil de analizar, ya que no se puede cultivar en un laboratorio. Se encuentra principalmente en las regiones de Asia y América del Sur, y en la actualidad 2,5 millones de personas en todo el mundo se encuentran en riesgo de infección. El equipo internacional de investigadores dirigido por el profesor Dominic Kwiatkowski, del Instituto Wellcome Trust Sanger y del Centro de Genética Humana Wellcome Trust, estudió cerca de 200 muestras de ADN procedentes de pacientes afectados por la enfermedad. Asimismo, todas las pruebas provienen de 11 países diferentes como Brasil, Colombia, India, México, Myanmar, Papúa Nueva Guinea, Perú y Tailandia. Los investigadores han descubierto que está cambiando rápidamente para resistir los medicamentos contra la malaria. Revelan que P. vivax ha evolucionado de forma distinta en Tailandia, Camboya e Indonesia, probablemente debido a la diferente utilización de los fármacos en cada lugar. Este estudio también ha demostrado que es posible identificar las áreas locales de resistencia al tratamiento, información que podría ayudar al personal local de salud pública. Una de las autoras del estudio, Jane M. Carlton, investigadora en el Centro de Genómica y Biología de Sistemas de la Universidad de Nueva York, ha afirmado en una entrevista con EL MUNDO que la resistencia a los medicamentos antimaláricos "siempre será una preocupación tanto en P. vivax y en P. falciparum", porque el parásito Plasmodium puede desarrollar una resistencia muy rápidamente si los fármacos se administran mal.A diferencia de Plasmodium falciparum, su primo más ampliamente estudiado, Plasmodium vivax puede permanecer latente dentro del hígado de la persona durante años, hasta que emerge causando una recaída en la enfermedad. Otro inconveniente es que los pacientes tienen niveles muy bajos de ADN de P. vivax en su sangre. Sólo ahora, con las tecnologías modernas de secuenciación de ADN ha sido posible analizar al detalle la genética del parásito que causa la malaria reincidente. Carlton afirma que "P.vivax es la especie más común de malaria fuera de África, pero la mayoría de la gente ha oído hablar de la especie P. falciparum que mata principalmente a los niños menores de cinco años en África". Hay varias razones posibles por las que P. vivax puede evolucionar para evadir los fármacos utilizados en contra de P. falciparum. Muchas personas son portadoras de infecciones mixtas de ambas especies de parásitos, de modo que al tratar una de las dos especies, la otra ya se expone automáticamente al medicamento. Además, el consumo de fármacos no supervisado empeora la situación, ya que algunos afectados prefieren antes la medicina más accesible, en lugar de la más adecuada.Sus orígenes se remontan a los colonos del Nuevo Mundo Este estudio también ha revelado la evolución geográfica e histórica del Plasmodium vivax. De hecho, la investigación vincula la propagación del parásito con la navegación colonial.El ADN del P. vivax refleja que ha tenido una relación diferente con las poblaciones humanas según su localización geográfica, que le distingue del resto de tipos de la malaria, por lo que estos aspectos únicos de su biología han podido influir en su forma de propagarse por todo el mundo. "Observamos un grupo de P. vivax en África, en concreto en Mauritania y Madagascar, que agrupaba rasgos muy cercanos a las muestras de este parásito recogidas en la India, lo que sugiere que fue potencialmente reintroducido en África por los marinos coloniales desde Asia del Sur", aclara la investigadora. Según las regiones estudiadas, las poblaciones de Ámerica del Sur y Central de Plasmodium vivax son genéticamente muy diferentes a las de otras zonas geográficas, lo que sugiere que llegó al Nuevo Mundo introducido por los conquistadores coloniales y representa una población de parásitos europeos que en la actualidad no existen. De igual forma, las poblaciones de Plasmodium vivax en África y Asia del Sur son genéticamente similares, lo que demuestra que estos territorios mantuvieron lazos con Europa durante la época colonial o refleja antiguas conexiones entre estas regiones. Por el contrario, esta enfermedad en Papúa Nueva Guinea difiere mucho de la genética presente en el resto de regiones, lo que hace más difícil el desarrollo de métodos de control en esta zona. "Los parásitos de Papúa Nueva Guinea son muy diferentes de todos los otros P. vivax que se encuentran en todo el mundo. Tienen diferentes propiedades biológicas, lo que implica que tendrán que ser tratados de otra manera para ser eliminados", explica Carlton.
Fuente: El Mundo
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