Sin dudas el fin de semana pasado no fue un típico fin de semana largo. Sumado a la cantidad de visitantes por Semana Santa, hubo zona liberada para el comercio ilegal, que junto a las carpas y la basura dejada por comerciantes constituían un panorama atípico.
Shopping a cielo abierto
Para los que buscaban artesanías o regionales se podían encontrar artículos tales como pulseras, anillos, collares, sahumerios y algunas prendas confeccionadas con lana de llama.
Los deseosos de artículos religiosos podían conseguir desde estampitas, rosarios hasta imágenes de la Virgen del Cerro. En el rubro textil se podían comprar pantalones, remeras, bombachas, corpiños, calzoncillos, calzas, medias, cinturones.
Pero había más: algunas mantas exhibían películas en DVD o VCD truchas. Otros ofrecían juguetes. Incluso hubo quien vendía billeteras de cuero con varios motivos grabados, donde los más elegidos eran las que tenían los escudos de equipos de fútbol salteños.
En fin, una infinidad de productos y vendedores que se adueñaron de la peatonal Alberdi en toda su extensión.
Todo era alegría. La gente, salteños y turistas, concurrían a la Catedral o recorrían nuestro casco histórico y de paso, disponían de una “hermosa” feria al aire libre, con 3 cuadras de vendedores que ofrecían una amplia variedad de productos.
El sábado el centro fue zona liberada, para alegría de los vendedores ilegales, que hicieron su “Pascua” libremente.
Y las carpas
Las carpas docentes en la plaza 9 de Julio completaban el escenario de una Salta distinta, que no era la habitual.
Pasear y tomarse fotografías en una plaza limpia, bella y ordenada, era imposible. Ese espacio verde, motivo de orgullo de los salteños, estaba invadida por decenas de carpas y carteles con frases en reclamo, colgados de cualquier parte, incluso de los monumentos y las figuras artísticas que la decoran. Personas sobre el césped, en los canteros, recostadas sobre el piso y hasta ubicadas alrededor de una fogata con olla popular incluida eran parte del escenario.
Basura
Ni que hablar de lo que ocurre siempre. Comerciantes poco considerados que sacan la basura y la acumulan a la vista de todos en las esquinas esperando ser retiradas por la empresa a cargo del servicio.
¿No se podrá cambiar esta metodología por otra que sea menos agresiva y contaminante para la visual?
Vendedores, carpas y basura, las postales de un sábado por la noche de una Salta colonial, motivo de admiración.
