jueves, 5 de octubre de 2017

Creo en Messi

Que mala suerte tenemos los argentinos en el fútbol, ¿no? Primero vino un tal Maradona, ahora tenemos a un tal Messi. Somos unos sufridos de la pelota... O así parece cuando se crítica al punto de la ridiculez tanto a Diego como a Leo. Ateos de la 10, de la magia. ¿Acaso hoy no latirán y gritarán en la misma Bombonera o a la TV? Yo elijo creer.
"Que tiene calidad superior a otra cosa de la misma especie". Definición de "mejor". Como Messi vino del mismo planeta de Maradona, se terminó la discusión sobre si es el mejor del mundo, de la historia o de lo que sea. Sin embargo, en un punto sí es humano: en las malas sufre igual o más que los hinchas. Como dice el cántico "en las malas mucho más". ¿Muchos dudan que Leo es el que más quiere triunfar en la Selección? ¿También dudan de que es la persona que más desea levantar esa esquiva Copa del Mundo? El que duda, y a modo de consejo, debe asesinar las verdades que mienten, frase que además conoce bien Sampaoli.
Lleva la 10, la mítica. También la cinta, la de la responsabilidad. Lleva a cuestas la ilusión de millones y millones. Lleva presión, de la grosa. Y llevará a la Argentina a Rusia. Ahora más que nunca hay que subirse a sus ganas feroces de clasificar. Y particularmente, opto por no volver a sentir ese miedo a no verlo nunca más vestido de argentino.
Es cierto que no juega solo, claro. Que son 11 y otros tantos, un DT, dirigentes y demás. Pero es él. Simplemente él. La pelota y él. Le creo a su mirada, a su zurda, a ese beso al escudo de la Selección en el 2010 y contra su madre patria, la que lo cobijó.
Yo creo en Messi.